El territorio que actualmente constituye Finismund, fue descubierto el 14 de diciembre de 1911, el mismo día en que fue descubierto el polo sur por el capitán noruego Roald Amusend. Mucho tiempo después, el 8 de noviembre de 2008, al no ser reclamada por ninguna nación, se independizó simbolicamente del Imperio Antártico a manos de Don Pedro Máximo (Petrus Maximus Finismundesis).
Dichos territorios antárticos, junto con el resto del continente antártico (a excepción de las zonas que reclama Argentina y Chile), ya habían sido reclamados por nuestro Caudillo Don Giuseppe Alexandro Gonella, desde 1899, cuando había sido coronado como Rey de Uruguay. Esa es una de las más firmes justificaciones que ha tomado nuestro gobierno legítimo para reclamar dichos territorios finismundesis, pues la Declaración de Don Giuseppe de 1899, aún se encontraba vigente en el año 2008 y aún continúa vigente; sin embargo, el Celtic, ya había reconocido al Reino de Finismund en el año 2008, pero luego de la caída del difunto Rey Don Pedro Máximo, quien no tenía herederos, Finismund pasó a manos de El Dorado e incluso de Taralaria; hasta que el pasado 3 de enero de 2012 de nuestra era, el Reino de Finismund fue liberado por el Celtic, volviéndose a unir a Uruguay y a la corona Gonelliense (recordemos que es la dinastía legítima, heredera de los Borbones y sucesores de los carlistas, en el Río de la Plata, en virtud de la Declaración de Don Giuseppe de 1899), tal como lo fue desde antaño.
Durante el reinado de Don Pedro Máximo, Finismund logró afirmar su identidad nacional, por ser ese insigne personaje quien independizó a Finismund del Imperio Antártico; y luego de la renuncia del Emperador antártico Nuevo I (Neo I), y de la derrota del Emperador Harald I, con la llamada Guerra Antártica (que aún sigue al parecer), Don Pedro Máximo fue coronado como Emperador de la Antártida, pero simplemente como algo ceremonial y puramente simbólico. En virtud del deceso de Don Pedro Máximo, desde entonces, el trono ceremonial antártico ha quedado vacante y difícilmente algún día vuelva a ser ocupado por alguien, pues según la legislación vigente, el trono imperial antártico está ligado a la dinastía finismundesa, que ha caído. Pese a ello, en breve el gobierno legítimo del Celtic, pretende colocar un nuevo Rey en Finismund, pero muy probablemente no sea de la dinastía finismundesa, pues como dijimos Don Pedro Máximo falleció sin dejar herederos.
Durante el reinado de Don Pedro Máximo, Finismund fue una monarquía constitucional, mientras que ahora es una monarquía bajo un gobierno provisorio, regido por Don Hans Klum Klombasterhjawsen como Regente del Reino. Obviamente como en el pasado, el Reino de Finismund continúa estando abierto al diálogo y a todo trato positivo con otras naciones y micronaciones.
Dichos territorios antárticos, junto con el resto del continente antártico (a excepción de las zonas que reclama Argentina y Chile), ya habían sido reclamados por nuestro Caudillo Don Giuseppe Alexandro Gonella, desde 1899, cuando había sido coronado como Rey de Uruguay. Esa es una de las más firmes justificaciones que ha tomado nuestro gobierno legítimo para reclamar dichos territorios finismundesis, pues la Declaración de Don Giuseppe de 1899, aún se encontraba vigente en el año 2008 y aún continúa vigente; sin embargo, el Celtic, ya había reconocido al Reino de Finismund en el año 2008, pero luego de la caída del difunto Rey Don Pedro Máximo, quien no tenía herederos, Finismund pasó a manos de El Dorado e incluso de Taralaria; hasta que el pasado 3 de enero de 2012 de nuestra era, el Reino de Finismund fue liberado por el Celtic, volviéndose a unir a Uruguay y a la corona Gonelliense (recordemos que es la dinastía legítima, heredera de los Borbones y sucesores de los carlistas, en el Río de la Plata, en virtud de la Declaración de Don Giuseppe de 1899), tal como lo fue desde antaño.
Durante el reinado de Don Pedro Máximo, Finismund logró afirmar su identidad nacional, por ser ese insigne personaje quien independizó a Finismund del Imperio Antártico; y luego de la renuncia del Emperador antártico Nuevo I (Neo I), y de la derrota del Emperador Harald I, con la llamada Guerra Antártica (que aún sigue al parecer), Don Pedro Máximo fue coronado como Emperador de la Antártida, pero simplemente como algo ceremonial y puramente simbólico. En virtud del deceso de Don Pedro Máximo, desde entonces, el trono ceremonial antártico ha quedado vacante y difícilmente algún día vuelva a ser ocupado por alguien, pues según la legislación vigente, el trono imperial antártico está ligado a la dinastía finismundesa, que ha caído. Pese a ello, en breve el gobierno legítimo del Celtic, pretende colocar un nuevo Rey en Finismund, pero muy probablemente no sea de la dinastía finismundesa, pues como dijimos Don Pedro Máximo falleció sin dejar herederos.
Durante el reinado de Don Pedro Máximo, Finismund fue una monarquía constitucional, mientras que ahora es una monarquía bajo un gobierno provisorio, regido por Don Hans Klum Klombasterhjawsen como Regente del Reino. Obviamente como en el pasado, el Reino de Finismund continúa estando abierto al diálogo y a todo trato positivo con otras naciones y micronaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario