Miércoles, 12 de agosto de 2015
Héctor Amodio Pérez se indigna por censura de la Liga Antidifamación contra Alerta Irreligión
Por Fernando Forneo López.
En una entrevista exclusiva para "El infierno de los comunistas",
que hemos logrado hacerle en secreto al señor Héctor Amodio Pérez, en
el día de ayer, en un momento de naturaleza reservado. Hemos decidido
hacer pública esta noticia, para que la población sepa la MAFIA que
maneja la política en Uruguay.
FF: Señor Héctor Amodio Pérez, ¿es cierto que usted fue un
guerrillero tupamaro?, ¿es cierto que usted fue un traidor como dicen
los tupamaros y la mayoría de la opinión pública en Uruguay?
HAP: A ver, todo depende de la dimensión en la cual nos encontremos. En
cierto universo paralelo puede ser que yo haya sido un guerrillero
tupamaro y que después los haya traicionado; pero el pueblo debe
entender que yo soy una persona multi-dimensional, que no se me puede
limitar únicamente en esta dimensión. Yo tengo entendido, según
recuerdo, que mi verdadero yo; es decir, el de esta dimensión, nació el 4
de julio de 1776, en el sector 71 de Uruguay, que no puedo revelar la
posición exacta, puesto que es reservado. Obviamente en esa época el
sector 71 pertenecía a España, por razones obvias, pero tras la
independencia de Uruguay, en 1828, ojo, esto es un detalle no menor que
siempre se obvia, ya que no nos independizamos en 1825 como nos hacen el
cuento en la escuela, sino recién tras la Convención Preliminar de
Paz...En fin, lo que quiero decir es que tras nuestra independencia, el
Ejército con su Logia de los Caballeros Racionales, tomó el viejo sector
71 español y lo ha usado desde entonces como base de operaciones
secretas.
Esto sé que puede sonar polémico, pero la gente debe comprender que es
real y que en verdad a mí se me denosta, sólo porque hice lo que
cualquier persona en mi lugar haría, ¿me entiende?
FF: Muy interesante todo lo que me cuenta señor Amodio, pero entonces
usted al final, ¿traicionó o no a los tupamaros? Y otra cosa que no
entiendo, ¿por qué usted es tan longevo?
HAP: ¡No!, yo nunca serví con los tupamaros. Yo lo que intento
explicarle es que me he disfrazado de diversas formas a lo largo de la
historia, para cumplir con los objetivos de servir a la Orden a la cual
pertenezco. Y lo que quiero decirle, a ver, lo que intento de explicarle
de la forma más sencilla posible, para que cualquier compatriota pueda
entenderlo, o cualquier persona del mundo lo pueda entender, es que yo
hice lo que hice, porque recibí órdenes. Era de lo que comía, ¿me
entiende? Si yo no cumplía con las órdenes, y hacía huelga, porque claro
para los del Pit-CNT financiados por el gobierno y por los narigudos de
siempre, es muy fácil hacer paros, pero yo, ¡y más en aquella época no
podía! Simplemente obedecía órdenes o no comía, no llegaba a fin de mes;
y contestando de forma concreta a su muy inteligente pregunta, el hecho
es que yo vivo porque como, ¿me entiende?
Mire...le voy a poner un ejemplo, si yo mañana no como, aunque sea un
puchero con pirón, o aunque sea un poco de papa cocida, yo no vivo, me
muero, ¡chau Amodio Pérez! Así de sencillo.
FF: O sea que lo que usted está diciendo es que el secreto de la
longevidad, es simplemente comer bien, de forma saludable. Y, ¿sirve de
algo el ejercicio?
HAP: No, no, ¡yo qué sé! El secreto de la longevidad, vaya a saber uno
cuál es. No sé si será comer bien, yo cuando era chico comía lo que me
daba mi madre y después cuando conseguí un sueldo, como le iba
explicando y trabajé para los militares, ellos me daban de comer. La
cuestión siempre fue comer, aunque sea algo... Tampoco digo que haya que
pasar comiendo, no nos vayamos tampoco al otro extremo, porque si no me
transformaría en un gordo... Y el tema del ejercicio, yo qué sé, cuando
estuve en servicio hacía ejercicio, porque tenía que correr, ¿me
entiende? Pero no como ahora, con todas esas cosas de TeveShopping; en
nuestra época todo era diferente. Capaz que era una generación más sana,
sí de seguro lo era, pero bueno, era lo que había que hacer: comer.
FF: Comprendo, señor Amodio. Pero yendo a un tema más escabroso, ¿es
cierto eso entonces de que usted fue un espía de los militares y que
denunció a los tupamaros?
HAP: A ver, vamos a entendernos. Primero para poder contestar esa
pregunta, habría que definir qué es un "espía" y segundo, qué eran los
"militares", y por último qué eran o que son los "tupamaros". Es una
cuestión filosófica muy profunda, pero yo no soy ningún filósofo. Yo
sólo soy un simple hombre que siempre ha trabajado para recibir al menos
un plato de comida por día, ¿me entiende? Yo nací para estar siempre a
favor de lo que la gente comúnmente le llama como "militares", aunque
otros también le llamen "gorilas", y después yo no entiendo por qué la
falsa dicotomía entre "gorilas" y "peronistas", cuando el propio General
Domingo Perón era un militar, ¿se da cuenta?
Lo mismo pasa con los tupamaros, que son guerrilleros y tienen
entrenamiento militar. ¡Ellos también son militares! Entonces la gente
tiene que entender que esto fue una guerra entre militares, de bandos
opuestos, porque eran controlados por logias opuestas.
FF: Ajá. ¿Y cuáles son esas logias? ¿Cómo operan y qué fines tienen? ¿Me está hablando usted de la masonería verdad?
HAP: En primer lugar, mi estimado, no existe una cosa llamada "la
masonería", al menos no en el sentido operativo del término, aunque sí
quizás en el sentido filosófico y especulativo, y que vendría a ser la
Masonería Internacional, aunque igual cada Potencia como le llaman ellos
es supuestamente independiente, aunque en el fondo todos sirven a la
Nariz.
Y en cuanto a las logias de la que hablo, yo ya le nombré la Logia de
los Caballeros Racionales; esa yo la integré en su época, aunque antes
integré la Inquisición Española, cuando estaba ya en su declive. Igual
ahora esa de los Caballeros Racionales, que era una logia patriota, ya
no existe. Ahora la que está es la Logia de Artigas u Orden de los
Tenientes de Artigas, de la que tanto se habla, como si fuera un cuco,
cuando en realidad esa logia lo único que hizo es oponerse a la otra
logia.
FF: ¿La logia de los tupamaros?
HAP: No, no, mi amigo, ¡mucho más que eso! La logia de la Nariz
internacional, ¿me entiende? Los tupamaros eran de los mismos del
Sendero Luminoso, sucesores de Tupac Amarú, como lo dice el nombre. Ese
hombre servía al Camino de la Mano Izquierda, y lo de luminoso se
refirió siempre a la luz de Lucifer, que eso no le quepa dudas, porque
Albert Pike, Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo de Grado 33,
de la Jurisdicción Meridional del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, de
los Estados Unidos de América, ya lo confirmó en su época. Él era
luciferino y el objetivo de esa orden era y es, establecer el reinado de
lo que ellos creen que es lo bueno, y es como todo, yo los entiendo
igual, los tupamaros sí lucharon por ideales, pero en mi opinión, por
ideales equivocados.
FF: O sea que usted dice que los tupamaros después de todo eran idealistas. ¿Y los militares eran idealistas también?
HAP: Bueno, mi amigo; es como todo, muchos tupamaros eran idealistas sin
dudas, pero otros no; lo mismo con los militares, unos eran idealistas y
otros no. Y el objetivo de los militares, que servían a los Tenientes
de Artigas era derrotar a los tupamaros.
FF: ¿Militarmente hablando?
HAP: Sí, sí, por supuesto, pero también y sobre todo, ideológicamente
hablando. Por eso es que se hizo tanto hincapié en la Reforma
constitucional, que al final nunca salió por el simple hecho de que los
militares nunca se pudieron librar de la logia opuesta, es decir, la
masónica que sirve a la Nariz internacional.
Está bien claro que en esta guerra, al menos por ahora, porque en verdad
no terminó, ganaron por goleada los tupamaros...¡O mejor dicho, la
Nariz! Los tupamaros pobres, siempre fueron víctimas, eran y son
idealistas, no todos claro, pero no sabían por lo que están luchando; sí
en la superficie, pero no en el fondo. Decían que iban a liberar la
Patria, pero ahora como usted puede ver, la han dejado completamente a
merced del imperialismo yanqui, lo que significa a merced del sionismo
lisa y llanamente.
Los comunistas idealistas decían que querían derrotar al sionismo, pero
nunca se dieron cuenta de que el sionismo creó al bolchevismo y al
comunismo; pero antes habían creado al liberalismo y así ya tenían
controlado a gran parte de los militares.
FF: Ajá, entiendo. ¿Y qué pasa con el Plan Cóndor? ¿Existió o no existió? ¿Y la Operación Zanahoria y los desaparecidos?
HAP: Bien, aquí ya entramos en el terreno de la magia pura. El Plan
Cóndor no existió, el Plan Cóndor existe y es clasificado. Lo único que
hicieron los militares fue ejecutar digamos un uno por ciento de dicho
plan, o menos, pero no puedo dar una cifra exacta porque el resto es
clasificado. Así que ¡claro que existió!, pero el tema es que sigue
existiendo y por eso es que nunca se esclarecen los hechos del pasado.
El día que el Plan Cóndor finalice, y no sé si estaré vivo para verlo;
todo dependerá de la comida que reciba y eso a su vez dependerá de la
crisis...veremos qué pasa.
En cuanto a la Operación Zanahoria y los desaparecidos, eso es lo mismo
que los desaparecidos de la Argentina y los desaparecidos del holocausto
judío...Todo depende de dónde estemos parados.
FF: ¿Cómo así? ¿Hubieron o no? ¿Los militares violaron los derechos
humanos o no? Y finalmente, llegando al quid de la cuestión, ¿usted
ayudó a fichar a tupamaros y denunciarlos ante los militares? ¿Fue usted
un infiltrado?
HAP: Comienzo por el final de su pregunta. Fui un infiltrado, pero no
puedo dejar de asegurarle que no lo siga siendo. Eso es parte de la
estrategia militar. Entonces, yo le pregunto a usted, ¿yo puedo colocar
un elefante invisible de color rosa con un cuerno de unicornio en mi
garage?
FF: ¿Qué me quiere decir? ¿Que esos desaparecidos son ficticios?
HAP: Usted lo ha dicho mi amigo. El hipopótamo rosa que vuela y reparte
flores, ¡no existe! Lo que existió y eso es lo que la gente tiene que
entender es que acá hubo y hay y habrá una guerra, y la misma va a
finalizar cuando se firme un tratado de paz entre ambas partes, cosa que
es metafísicamente imposible, o bien, cuando un bando extermine al
otro.
Y usted sabe muy bien el tema del holocausto judío y de los
desaparecidos en Argentina, las subvenciones holandesas y demás, así que
no me pregunte a mí que soy un simple hombre que busca poder llegar a
fin de mes con el sueldo, y busca lo que todos en definitiva buscamos en
la vida: ¡comer!
Por último, en esta cuestión que usted me plantea con tanta seriedad. Yo
no fiché ni denuncié a ningún tupamaro, sino que por el contrario, lo
que hice fue convencer a que esos tupamaros se auto-denunciaran a sí
mismos. Es bien conocido el caso de Nibia Sabalsagaray; pasó lo que pasó
porque ella misma se denunció y después supuestamente "la mataron", por
razones obvias. La gente tiene que entender que no todo es lo que
parece; está todo armado. Los tupamaros lo planificaron muy bien. La
gente cree que los tupamaros surgieron en los años sesenta y se
equivocan profundamente. Esto viene por lo menos del siglo XVI, aunque
en el trasfondo es de milenios y milenios atrás... En el siglo XVI reinó
Tupac Amaru, el inca de donde surgió toda esa logia tupamara.
FF: Muy interesante todo lo que nos cuenta y daría para seguir
hablando durante horas, pero como tenemos poco tiempo le pregunto: ¿cómo
lo trató la Justicia uruguaya tras el asunto de su conferencia de
prensa, por su nuevo libro?
HAP: Ah, dentro de todo bien de bien. No voy a decir los pormenores,
porque no quiero obstruir la investigación de la Justicia sobre los
hechos, de los cuales no tengo absolutamente nada que ver, puesto que
sólo voy en calidad de testigo, que es lo que soy y siempre he sido y
seré durante toda mi vida.
Lo importante y en resumen es que por lo menos me dieron de comer, cuando estuve detenido, y eso es lo más relevante de todo.
FF: Ya veo, finalmente, en el entendido de que usted es una persona
que sabe mucho de estos temas de espionaje y controversias políticas.
¿Usted se enteró de la censura del blog periodístico Alerta Irreligión
por parte de la Liga Antidifamación y los grupos LGBT en Estados Unidos
de América? ¿Qué opina de todo esto?
HAP: Ah bueno, mire. Se lo voy a hacer corto, porque sé que usted tiene
poco tiempo y yo también, aunque es lógico que este y otros temas
afines, muy relacionado con todo lo que hemos venido conversando, darían
para hablar durante mucho tiempo. Pero el asunto es que si nos ponemos
hablar demasiado, nos quita tiempo de comer y beber, lo cual es
indispensable para la vida, como le he explicado.
Así que mi opinión de todo esto es que es lamentable; yo la verdad es
que estoy indignado y no me vaya a pasar lo mismo con mi libro "Palabra
de Amodio: la otra historia de los tupamaros", que es un libro muy
bueno a mi humilde entender, porque lo escribí con tiempo, que es lo que
me sobra, gracias a la comida, claro está.
Pero en resumen yo opino que la censura es algo indignante en cualquier
Estado democrático y de derecho; pero bueno, son los gajes del oficio
del imperialismo yanqui, ¿vió? Esas cosas pasan. Son lamentables, pero
pasan. Sólo espero que mi libro se venda y la gente contribuya, así como
y podrán tener Amodio Pérez para rato.
FF: Muchísimas gracias señor Héctor Amodio Pérez por sus muy
ilustrativas palabras, para el periódico "El infierno de los
comunistas". Se lo agradezco profundamente y suerte con su libro y con
el asunto con la Justicia.
HAP: El agradecido soy yo, por haberme permitido expresar libremente mi
opinión en este espacio y ya de paso, promocionar mi humilde libro.